A pesar de las repetidas afirmaciones de que están comprometidos con la transparencia, Johnson & Johnson y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) aún no revelan detalles críticos. Hace una semana que el gigante farmacéutico anunció que su prueba de la vacuna contra el covid-19 estaba en pausa.
La compañía y la FDA se negaron a responder dos preguntas de CNN:
1) Si el participante que se enfermó estaba en el grupo que recibió la vacuna o el placebo
2) Si esta fue la primera pausa del ensayo.
Las respuestas a ambas preguntas son cruciales para comprender lo que la enfermedad del participante podría significar para la seguridad de una vacuna.
Los portavoces de la FDA dijeron que las regulaciones federales prohíben que la agencia divulgue información sobre el ensayo.
Un portavoz de Johnson & Johnson señaló a CNN la declaración de la compañía del 12 de octubre, que no dijo si era la primera pausa, y no dijo si la compañía sabía si el participante enfermo recibió la vacuna o un placebo.
Los expertos en salud pública han instado a las empresas a ser transparentes sobre sus ensayos clínicos de vacunas, considerando que eventualmente se les pedirá a cientos de millones de estadounidenses que se arremanguen y tomen la vacuna contra el covid-19.
