¿Qué proyecta 2022 para las crisis en Nicaragua?

El presidente Daniel Ortega toma posesión para un nuevo período el 10 de enero en Nicaragua. En medio de una crisis política y económica, y prácticamente sin oposición, los analistas se preguntan cómo tratará de salir adelante.

Este año 2022 luce complejo para Nicaragua. Después del 10 de enero, cuando está prevista la toma de posesión para un nuevo mandato de Daniel Ortega, le queda por delante un reto: ¿reconocerán los países de la región al líder sandinista tras unos comicios sin apenas competencia y catalogados por la comunidad internacional como “una farsa”?

El año pasado, leyes políticas aprobadas por el oficialismo ayudaron a Ortega a intensificar la presión y a encarcelar opositores. También provocaron el cierre de más medios de comunicación, mientras reporteros, activistas y ciudadanos huyeron al exilio.

Sin embargo, algunos esperan que haya algún “giro de timón”

En las acciones tomadas por el mandatario para hacer frente a una crisis política que ya cumple cuatro años, como una negociación entre la oposición y el oficialismo.

Y es que el escenario para Ortega “es poco favorable” este 2022, según dijo la socióloga Elvira Cuadras, y argumenta su comentario precisamente en los comicios de noviembre de 2021.

Óscar René Vargas, sociólogo y fundador del oficialista Frente Sandinista, subraya que “todo indica que la evolución del régimen será entre un ‘endurecimiento’ de la represión selectiva o una ‘falsa democracia’, o una combinación entre las dos”.

Mientras tanto, los principales bloques de oposición han pedido la liberación de los presos políticos y uno de ellos ha emitido una declaración en que asegura que el diálogo puede ser un mecanismo para resolver conflictos, pero sostiene que no debe ser “cualquier diálogo”.

El comunicado sale a la luz

En momentos en el que el oficialismo precisamente ha hablado de un diálogo con “todas las fuerzas políticas” del país, sin mencionar cuándo ni bajo qué condiciones, cuando todos los opositores se encuentran en prisión.

“Como demócratas, que queremos una solución cívica y pacífica, creemos que el diálogo puede ser un mecanismo para la resolución de conflictos, pero no cualquier diálogo, no a cualquier precio y no bajo las condiciones de la dictadura”, ha dicho en un mensaje de fin de año la Unidad Nacional Azul y Blanco, uno de las asociaciones de oposición en Nicaragua.

Fuente: VOA

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Archivo CA

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