¿Pierdes mucho pelo en la ducha o cuando lo cepillas?

A quién alguna vez no le pasó que, luego de dormir, de darse un baño o de peinarse nota que algunos pelos se le soltaron inesperadamente. La caída del cabello suele ser un acontecimiento muy normal tanto en hombres como mujeres y no siempre es señal de que estamos en proceso de quedarnos pelados.

Para quienes sí les pasa por alguna irregularidad que tienen en su organismo, por fortuna existen tratamientos y terapias que pueden ayudar a que el pelo se mantenga en su lugar o que crezca con más fuerza.

Si bien, la calvicie es una situación muy común entre los hombres, también afecta en un 30 por ciento a las mujeres que rondan entre los 40 y 55 años.

Ciclo capilar

Un solo pelo se desarrolla, en promedio, durante tres a cinco años. Luego, se desprende del cuero cabelludo y el folículo capilar entra en una etapa inactiva de tres meses aproximadamente, hasta que el ciclo comienza de nuevo.

Algunos estudios sugieren que, durante la temporada invernal y de mucho frío, el crecimiento capilar se acelera. Mientras que en las épocas de calor, el cabello tendería a caerse con más frecuencia. Otros motivos que pueden influir en la caída temporal del pelo pueden relacionarse con enfermedades, trastornos hormonales, falta de alimentación, la toma de algunos medicamentos, el estrés y la edad, entre otros.

Durante la juventud, los nuevos pelos crecen, en promedio, al mismo ritmo que los que se perdieron. No pasa lo mismo en la adultez y posterior vejez porque a medida que el cabello se desprende, los folículos no vuelven a activarse o crecen con pelos más delgados que lo habitual.

La pérdida del cabello afecta en su mayoría a los hombres, pero también a las mujeres que por lo general están entre los 40 y 55 años (Foto: Shutterstock)
La pérdida del cabello afecta en su mayoría a los hombres, pero también a las mujeres que por lo general están entre los 40 y 55 años (Foto: Shutterstock)

¿Por qué se nos puede llegar a caer el pelo?

Con respecto a los hombres, la causa más frecuente es lo que se llama alopecia androgenética, que hace referencia a las famosas “entradas” y a la “coronilla” que a los varones se les marca en la cabeza. Viene por herencia, también por un tema hormonal y se relaciona con la testosterona.

En el caso de las mujeres, la caída más habitual se denomina efluvios telógenos, cuando el pelo entra en una fase de decaída mucho más pronunciada, usualmente por causas hormonales como hipo o hipertiroidismo, por trastornos ginecológicos, como síndrome de ovario poliquístico, o por trastornos sistémicos como, por ejemplo, anemias crónicas, déficits nutricionales o estrés.

Por otro lado, hay otra causa conocida como fluvioposparto y se trata de la caída del pelo en embarazadas después del nacimiento de un hijo.

En la mujer, es mucho más tratable porque es por algo puntual, caso contrario sería en los hombres porque es crónico e irreversible.

Tratamientos

Generalmente, estas afecciones suelen tratarse con medicamentos que “enlentecen mucho más la caída del cabello”.

Para los hombres, las droga más utilizada es Finasteride y contribuye a frenar la alopecia androgenética. Este fármaco suele indicarse sin mayores inconvenientes pero, ante cualquier duda, lo mejor siempre es consultar con el médico dermatólogo de cabecera.

Las mujeres también pueden tomar esta pastilla si es que poseen la alopecia que tienen los varones, pero les traería grandes complicaciones si están embarazadas. Este medicamento, ocasionalmente, produce alteraciones que pueden llegar a ser severas en el embarazo.

También está el Minoxidil que sirve para mejorar el crecimiento del pelo. En las mujeres, se usa más como anticaída. Además, después hay vitaminas y aminoácidos que se dan como suplementos para evitar la calidad del cabello.

Archivo CA

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