La Superliga Europea se desmorona

Uno a uno, empezaron a caer. Primero, fue el Manchester City y, luego, como fichas de dominó, los otros cinco clubes de la Premier League no tardaron en seguir el paso, antes de que no quedara ninguno en la llamada Superliga Europea.

El dramático colapso de la Superliga se produjo menos de 48 horas después de su anuncio oficial.

En un video publicado en las redes sociales del Liverpool, este miércoles por la mañana, el propietario del club, John W. Henry, considerado uno de los principales impulsores de la Superliga, se mostró arrepentido.

«Quiero pedir disculpas a todos los aficionados, a los seguidores del Liverpool Football Club (LFC), por los daños que he causado en las últimas 48 horas», dijo Henry. «No hace falta decir, pero hay que hacerlo, que el proyecto presentado nunca se iba a llevar a cabo sin los aficionados. Nadie lo pensó nunca de otra manera en Inglaterra.

«Durante estas últimas 48 horas, fueron muy claros en que no se iba a mantener. Los hemos escuchado. Yo los he escuchado. Y quiero pedir disculpas a Jurgen [Klopp, entrenador del equipo], a Billy [Hogan, director general], a los jugadores y a todos los que trabajan tan duro en el LFC para que nuestros aficionados estén orgullosos. Ellos no tienen absolutamente ninguna responsabilidad en esto».

«Ellos fueron los más perjudicados, y de forma injusta. Esto es lo que más duele. Aman a su club y trabajan para que estén orgullosos cada día. Sé que todo el equipo del LFC tiene la experiencia, el liderazgo y la pasión necesarias para reconstruir la confianza y ayudarnos a avanzar».

Sin embargo, para la mayoría de los aficionados, una disculpa no es suficiente. El sentimiento generalizado de traición –ya que los fanáticos no fueron consultados antes de esta decisión y fueron tratados con desprecio– perdurará durante mucho tiempo.

Todavía está por ver si realmente se produce algún cambio, como por ejemplo un giro hacia el modelo alemán de propiedad de los aficionados «50+1», pero el Gobierno del Reino Unido confirmó que realizará una revisión del deporte dirigido por los aficionados si las autoridades futbolísticas no consiguen evitar la Superliga.

«Los méritos deportivos deben prevalecer»

A primera vista, la noche de caos del martes parecía ser el fin de la Superliga Europea.

Sin embargo, en un comunicado publicado esa misma noche, la Superliga dijo que modificará sus controvertidos planes y «remodelará el proyecto». The Athletic y ESPN informaron de que el comunicado de la Superliga desafía que el «status quo del fútbol europeo debe cambiar».

Pero el presidente de la Juventus, Andrea Agnelli, que se cree que es otro de los principales impulsores de la Superliga, dijo este miércoles que la nueva competición ya no era viable sin los seis equipos de la Premier League.

«Mira, creo que, para ser franco y honesto: no [se llevará a cabo la Superliga]», dijo Agnelli, de acuerdo con Reuters.

«Sigo convencido de la belleza del proyecto, del valor que habría desarrollado para la pirámide, de la creación de la mejor competición del mundo, pero evidentemente no. Quiero decir que no creo que ese proyecto siga ahora en marcha», agregó.

Poco después de la declaración de Agnelli este miércoles, el club español Atlético Madrid y el italiano Inter de Milán anunciaron que eran los primeros equipos no ingleses en abandonar la Superliga.

El Atlético dijo en un comunicado que había informado a la Superliga que decidió «no formalizar finalmente su adhesión al proyecto».

«Para el club es fundamental la armonía entre todos los colectivos que conforman la familia ‘rojiblanca’, especialmente nuestra afición», señaló. «La plantilla del primer equipo y el entrenador han mostrado su satisfacción por la decisión del club, entendiendo que los méritos deportivos deben prevalecer sobre cualquier otro criterio».

Mientras, el Inter de Milán dijo que «ya no forma parte del proyecto de la Superliga».

«Siempre nos hemos comprometido a dar a los aficionados la mejor experiencia futbolística; la innovación y la inclusión han sido parte de nuestro ADN desde nuestra fundación», señaló en un comunicado. «Nuestro compromiso con todas las partes interesadas para mejorar la industria del fútbol nunca cambiará».

«El Inter cree que el fútbol, como cualquier sector de actividad, debe tener interés en mejorar constantemente sus competiciones, para seguir emocionando a los aficionados de todas las edades en todo el mundo, en un marco de sostenibilidad financiera».

Su compañero de la Serie A, el AC Milan, no tardó en seguir su ejemplo, afirmando en un comunicado que «las voces y las preocupaciones de los aficionados de todo el mundo se han expresado claramente sobre la Superliga, y el AC Milan debe ser sensible a la voz de los que aman este maravilloso deporte».

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quien también iba a ser el presidente de la Superliga, pareció atrincherarse, el lunes por la noche, durante una entrevista con el programa deportivo español El Chiringuito, sugiriendo que podría haber repercusiones legales para quienes decidieran retirarse.

«El contrato de la Superliga es vinculante», dijo. «Nadie se puede ir, vamos a trabajar todos juntos. Todos los clubes firmaron los contratos el sábado pasado, no hay ningún problema».

Si los clubes consiguen retirarse, habrá que ver si Pérez y la liga tienen efectivamente motivos para un recurso legal.

Con Florentino Pérez a la cabeza, la presencia de equipos españoles era crucial para que el proyecto siguiera siendo viable. Sin embargo, los aficionados de los tres clubes siguen, comprensiblemente, indignados por la decisión.

Mientras que el Atlético y sus seguidores se enorgullecen de ser un club del pueblo, los «socios» del Real y del Barcelona –aficionados que se inscriben como socios– siempre votan en las decisiones importantes del club. Por supuesto, se les ha ignorado por completo en el asunto de la Superliga.

Para muchos aficionados del Barcelona, el famoso lema del club «Mes que un club» –»Más que un club»– suena ciertamente hueco.

En cuanto a los clubes que han decidido abandonar el barco –y los tres restantes que podrían seguir su ejemplo en un futuro próximo–, la cuestión pertinente es cómo la UEFA y sus respectivas ligas tratarán la aparente insubordinación.

Aunque no cabe duda de que las divisiones se sentirán aliviadas por haber conservado algunos de sus activos más valiosos, está por ver si se les tratará como hijos pródigos en su regreso a la liga o se les impondrán sanciones, como quitarles puntos o la prohibición de participar en competiciones de la UEFA.

Incluso, los aficionados los de los clubes implicados preferirían sin duda esto último.

*Con información de CNÑ

Archivo CA

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