La primera gran aerolínea que colapsa por el impacto del coronavirus

La aerolinea Virgin Australia, la segunda por tamaño del país oceánico, se declaró este martes voluntariamente en concurso de acreedores después de no lograr alcanzar un acuerdo de rescate con el gobierno, en medio de la crisis por el coronavirus. 

En un comunicado remitido al mercado de valores australiano, la compañía afirmó que la medida ayudaría a “recapitalizar el negocio” y garantizar que emergiera “en una posición financiera más sólida tras la crisis de COVID-19”.

La compañía, que cuenta con 91 aviones y unos 10.000 trabajadores, se ha visto ahogada por una elevada deuda y el parón de actividad a raíz de la pandemia del coronavirus.

Virgin Airlines solicitó ayuda económica al gobierno australiano, encabezado por el primer ministro, Scott Morrison, para hacer frente a corto plazo a parte de una deuda cercana a los 5.000 millones de dólares locales (3.160 millones de dólares estadounidenses).

No obstante, el Ejecutivo finalmente rehusó acceder a un rescate valorado en unos 1.400 millones de dólares locales (890 millones de dólares o 815 millones de euros).

“Nuestra intención es emprender un proceso para reestructurar y refinanciar el negocio y sacarlo de la administración lo antes posible”, señaló el nuevo administrador, Vaughan Strawbridge, de la firma auditora Deloitte.

El magnate británico Richard Branson, dueño del grupo Virgin y con un 10 por ciento de acciones de la aerolínea, pidió en una carta dirigida a sus trabajadores que no se rindan y criticó la decisión del gobierno australiano.

“En la mayoría de los países, el gobierno ha salido a ayudar a las aerolíneas en esta crisis sin precedentes para el sector. Tristemente esto no ha sucedido en Australia”, dijo. EFE

Archivo CA

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