La importancia de detectar a tiempo el cáncer de mama

“Yo sentía que era feliz hasta que me enteré de que tenía un cáncer de mama y, bueno, y ahí empezó todo lo que fue curarme, ponerme bien, sanar», relata María Paula Castillo.

Corría 2007 y, aunque le faltaban dos años para empezar con los controles de rutina, su médico había decidido adelantarlos debido a sus antecedentes familiares.

“Creo que eso fue un hallazgo, porque seis meses antes no tenía nada. Ahí me hicieron la cirugía, una cuadrantectomía, donde sacan, digamos, el pedacito de mamá que está comprometido. Esa biopsia dio mal, dio que alrededor había microcélulas malignas. Entonces vuelven a hacerme una cirugía, una mastectomía”, recuerda Castillo.

Ese fue el comienzo de un tratamiento que incluyó sesiones de quimioterapia por unos seis meses y controles desde entonces.

Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres tanto en los países desarrollados como en desarrollo. En América, el 25,2% de los casos de cáncer diagnosticados en mujeres son de mama, seguido muy de lejos por el de pulmón (8,5%), y el colorrectal (8,2%).

La Organización Panamericana de Salud estima que más de 462.000 mujeres son diagnosticadas cada año y casi 100.000 mueren por esta enfermedad.

“El cáncer de mama está relacionado con un envejecimiento más acelerado del tejido mamario. Entonces, cuando nosotros como personas envejecemos, cometemos más errores o somos más lentos. En el caso de la parte más molecular, cuando la célula comete un error y no se puede reparar, se genera un tipo de descontrol a nivel genético en el ADN. Bueno, es la transición entre una célula normal a una célula maligna. La mama envejece de una manera mucho más acelerada», explica el Dr. Jorge Dotto, médico patólogo y genetista.

En Argentina, este cáncer es la primera causa de muerte por tumores en mujeres. Según el Instituto Nacional de Cáncer, anualmente se producen 5.600 muertes por esta enfermedad y estima más de 19.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 16,8% del total de la incidencia de cáncer en Argentina.

María Florencia Calvo supo a los 29 años que padecía cáncer de mama. Desde hacía unos meses, sentía un pequeño bulto en uno de sus senos, pero –en una primera consulta– una médica le dijo que “lo más probable” era que se tratase de displasia (una presencia de células anormales que no son cancerígenas, aunque podrían llegar a serlo en el futuro). Pero en un segundo control, casi un año más tarde, le confirmaron el diagnóstico: cáncer de mama.

«Enero 2019 comencé con el tratamiento, 16 quimios y operación de mastectomía y 25 rayos”, recuerda Calvo. “¿Tuve miedo?, sí. ¿Lloré?, sí. ¿Pataleé?, sí. Pero hay que enfrentar y ocuparse, aunque cueste», sostiene.

La importancia de los controles y de la detección temprana de cáncer de mama

«El mensaje para todas las mujeres en el mundo es que la mayoría de los cánceres de mama son de bajo grado. Son de buen comportamiento. Y, por eso, es tan importante hacer el autoexamen mamario a una edad temprana», explica el Dr. Dotto.

«Seguir las recomendaciones de los ginecólogos en la cuestión de la mamografía, porque estas recomendaciones de prevención o detección temprana han demostrado disminuir la mortalidad y tener un efecto en la vida de las mujeres. Ahora, después hay otros tipos de cáncer que pueden llegar a ser más agresivos, y este tipo de modalidades nos permite encontrarlos en un estadio más precoz”, dice Dotto, graduado en la Universidad de Buenos Aires, con especializaciones en las universidades de Yale y Harvard.

Siempre, pero más en tiempos de pandemia, tanto los especialistas como las organizaciones del sector insisten en la importancia de los controles porque remarcan que muchos, por miedo, han dejado de ir a los centros médicos.

Pero también se focalizan en investigar sobre los antecedentes familiares. «La información más directa, más accesible y más sencilla está hablando con nuestras familias, para entender si alguien tuvo más cáncer o qué tipos de cáncer. Y, después, hacer una consulta. Entonces, forma parte ir al médico, pero también hablar con nuestras familias», aconseja el Dr. Dotto.

En ese sentido, destaca uno de los casos más resonantes de los últimos años en la materia. “Angelina Jolie tuvo un rol fundamental a nivel mundial al decir que ella tenía en una edad joven el antecedente de cáncer de mama en la madre y en la tía. Y eso fue por hablar con su mamá, con su tía y lamentablemente tuvo una mutación, lo que llamamos el gen BRCA1. Pero le permitió tomar decisiones profilácticas, en cuanto a sacarse sus glándulas mamarias y sus ovarios, para disminuir el riesgo para ella y prevenir a sus hijos”, explica el médico, que ofrece asesoramiento genético en este tipo de casos para generar estrategias de prevención específicas, diferentes a las de la población general.

La importancia de la contención

Más allá del tratamiento médico, muchas hacen hincapié en el estado anímico y la predisposición para superar la enfermedad. “El tratamiento es fundamental, pero también quiero que quede claro que nosotras somos responsables de nuestras ganas de vivir, de nuestra felicidad y de nuestras emociones”, afirma, categórica, Calvo.

En el mismo sentido, Castilla agrega: “Si bien los médicos hacen lo que está a su alcance, creemos que el resto lo tiene que hacer la paciente, que no tiene que ser tan paciente, sino que, al contrario, tiene que ser más bien activa en esta cuestión de comprometerse con el estar bien”.

Por eso, tanto Castillo como Calvo se acercaron a Macma, una ONG que acompaña a las mujeres que padecen la enfermedad y que, años más tarde, Castillo terminaría presidiendo.

«Empecé a mirar por Internet a ver qué era, qué era lo que ofrecían. Y ¿sabes qué fue lo que me enganchó? Que ofrecían préstamos de pelucas. Entonces yo estaba empezando la quimio y no sabía qué iba a hacer con el pelo cuando se me cayera. Y bueno, llamé a preguntar qué era lo que me podían ofrecer”, recuerda Castillo.

Sin embargo, fueron otros motivos los que la retuvieron allí. “Empecé a encontrar mujeres que habían pasado por lo mismo que yo, que habían tenido cáncer de mama y que estaban bien. Primero, que estaban vivas, que para mí ya era importantísimo. Y después que estaban bien. Y no era ni un lugar para, digamos, lamentarse ni nada. Al contrario, era un punto de partida para empezar a empezar a sanar».

Entre todas sus tareas, Macma realiza numerosas campañas de concienciación. Pero una en particular tuvo muchísima repercusión. El objetivo era mostrar cómo realizar un autoexamen mamario, pero se toparon con que en muchas redes sociales no se permite mostrar pezones femeninos.

Por eso, decidieron exponer esa situación y reemplazar los senos femeninos por unos masculinos e igualmente enseñar cómo hacer el proceso. “Generó muchísima repercusión. De hecho, el año pasado nos pidieron traducirla en otros idiomas y a la vez de una red social nos estaban convocando a una reunión para decirnos que ellos consideraban que había que ponerla prohibida para menores de 13 años, por ejemplo. Defendimos la campaña porque, en realidad, es en beneficio de la prevención y de la enseñanza. Y bueno, en cierta manera, sirvió también para poder decir que con un hombre no pasan estas cosas”, reflexiona Castillo, aunque destaca que el spot, sobre el final, advierte que el cáncer de mama también puede afectar a los hombres.

“Mucha gente piensa que es solo en las mujeres. Y hay un 1% que se da en hombres. O sea que cada 100 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama hay un hombre que padece la enfermedad”, recalca.

Otras de las tareas que deben realizar las organizaciones que trabajan con el cáncer es brindar información a los pacientes sobre cómo acceder a los tratamientos y a las medicaciones oncológicas, que –por ley– son gratuitos, pero administran los distintos sistemas de salud.

Uno de los principales problemas que señalan es la burocracia y las demoras. «Hay mucha dificultad para acceder, para que la paciente que necesita hacerse la quimio el viernes ese día tenga la medicación. Hay mucho tema burocrático también en donde lamentablemente uno va a una ventanilla y no saben qué pasa con la medicación y no saben tampoco qué informarte. Muchas veces, son los mismos pacientes los que hacen todos estos trámites y uno no puede estar en ese momento pensando en estas cosas», explica Castillo.

Aunque las autoridades sostienen que estos pueden ser casos puntuales, desde las organizaciones de la sociedad civil decidieron organizarse para ayudar en estas situaciones. “Tenemos un grupo por WhatsApp donde todos piden medicación para poder prestarla cuando no llega a tiempo, para poder después devolverla, para poder donarla”.

Pero más allá de las complicaciones que puedan presentarse, para todos los casos la recomendación siempre es la misma: “La clave es detectarlo a tiempo, siempre lo más temprano posible. Es mejor porque permite tomar decisiones más rápidas, más eficientes en el corto, mediano y largo plazo”, enfatiza el Dr. Dotto.

Basta recordar que la Organización Panamericana de la Salud advierte que para el 2030 el número de mujeres diagnosticadas con cáncer de mama aumentará un 32%.

*Con información de CNN

Archivo CA

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