Con su diseño de “ala voladora” que lo hace casi invisible para el radar, el bombardero B-2 Spirit es verdaderamente destacado entre los aviones militares, y también el más caro del mundo, con más de $ 2 mil millones por avión.
Producto de la Guerra Fría, fue diseñado originalmente para penetrar las defensas aéreas soviéticas y transportar armas convencionales y nucleares.
Pero poco después de su primer vuelo, hace más de 30 años en 1989, la caída del Muro de Berlín puso fin a la Guerra Fría y ningún B-2 ha volado dentro del espacio aéreo ruso.
Sin embargo, ha visto su parte justa de combate. El primer B-2 fue entregado en 1993 a la Base de la Fuerza Aérea Whiteman en Missouri, donde la flota tiene su base y todavía opera, y su primer uso operativo fue durante la Guerra de Kosovo de 1999.
Una de las máquinas voladoras más sofisticadas que existen, la B-2 puede alcanzar un objetivo en cualquier parte del mundo y regresar a la base, repostando en el aire. Ningún B-2 se ha perdido en combate.
“Es realmente único en su clase, completamente diferente a cualquier otro avión diseñado”, dijo en una entrevista telefónica Rebecca Grant, una experta en B-2 y aeroespacial que ha volado en el avión clasificado. “Visto desde la cabina, el ala voladora es tan distintiva. Es muy especial, más un ser sensible que un simple avión. Tal vez es por eso que se rumorea que todos los B-2 tienen personalidades únicas y son a menudo referido como ella “.
