En Centroamérica se siente el encarecimiento de los alimentos

Los países del Triángulo Norte de Centroamérica experimentan una subida exponencial de los precios de alimentos y servicios, la mayor en la última década. Los números son alarmantes por el impacto en las ya deficientes economías de millones de familias.

A la salvadoreña Mercedes G. le sorprende cada vez que va al mercado ver cómo los precios de los alimentos básicos que necesita  siguen en aumento, y los ingresos de la familia continúan estancados.

“Las cosas han subido de precios, todo  y una tiene que ir viendo cómo soluciona para hacer las compras necesarias”, dijo  en un céntrico mercado del área metropolitana de San Salvador.

La situación es similar para el hondureño Francisco Rivas, en Tegucigalpa, quien dice que, ante la exponencial subida de precios de los alimentos, lo único que queda por hacer es reducir la cantidad de productos que compra para la canasta familiar.

Este trabajador informal dice que los ingresos familiares siguen estancados y, en el peor de los casos, van a la baja, porque el dinero se diluye en lo primario, por lo que en quioscos como el suyo, que surte de golosinas, los clientes también escasean, tratando de reducir los gastos no esenciales.

Los países del Triángulo Norte de Centroamérica, Guatemala, Honduras y El Salvador

No son ajenos a la subida mundial de precios de alimentos y servicios, pero en esta región, donde la pobreza, las migraciones, la inseguridad y los efectos del cambio climático generan fuerte presión, la inflación preocupa aún más porque pone en mayor peligro a quienes sufren inseguridad alimentaria.

Para Miguel Corleto, especialista del Programa Regional de Seguridad Alimentaria y Nutrición de Centroamérica, parte del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), la subida exponencial “e inusual” de precios es la mayor registrada en la última década y preocupa a razón de los datos que reflejan los estudios pormenorizados por país que maneja el organismo.

Esta agencia intergubernamental colecta datos que reflejan el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para la medición internacional. Con esta escala se puede precisar el efecto en cada país tanto de la inflación acumulada como de las variaciones periódicas.

Corleto advierte que “lo que tenemos en 2021 es ya una clara y marcada inflación en precios de alimentos: el aceite ha subido 73%, azúcar 40%, cereales 22%, igual que carnes, lo que refleja que la situación es generalizada, porque no es aumento de ciertos bienes alimenticios, sino de todos los precios”, dijo.

Pero además, Corleto observa cómo en los tres países del Triángulo Norte las curvas de subida de precios de alimentos y servicios cambian de uno a otro y muestran la volatilidad del mercado en el último año.

También mira con preocupación casos como El Salvador, donde la línea que marca la inflación sube vertiginosamente, cuando desde el análisis económico no debería ser así, ya que el país tiene una economía dolarizada y debería mostrar mayor estabilidad y resistir las fluctuaciones.

Falta de matriz productiva aumenta riesgo

Desde la organización no gubernamental Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) de El Salvador, su director, Danilo Pérez Montiel, dice que la principal razón por la que los salvadoreños quedan más expuestos a la subida de precios de la canasta básica es que el país carece de una matriz productiva propia que le haga resistir la turbulencia internacional.

Según estimaciones del Ministerio de Agricultura y Ganadería de El Salvador

Un 63% de los alimentos, como hortalizas, frutas, verduras y lácteos, son importados de los países vecinos, dijo Pérez, cuya oficina compila los datos trimestrales de los ministerios de Economía, Agricultura y del Banco Central de Reservas.

Para sortear la subida de precios con salarios estancados, las familias, los salvadoreños en el exterior están abonando más en remesas a la bolsa de sus familiares, dijo Pérez.

Al tiempo que aumenta el costo de vida en el país, el rubro de remesas sigue en aumento, según los registros del BCR.

Igual ha ocurrido en Guatemala y Honduras.

La tendencia al alza se mantiene

La tendencia al alza en los alimentos y otros productos en el Triángulo Norte ha ido en aumento desde el año pasado por el efecto de la pandemia, pero la región ha visto desde mayo cómo sigue subiendo.

A excepción de Guatemala, El salvador y Honduras ven en estos días cómo la línea de inflación apunta hacía arriba.

En Honduras, Francisco Rivas, el trabajador informal, ve como una solución un aumento en los salarios para equiparar las subidas desproporcionadas para cubrir la canasta básica familiar, pero pronto cae en la cuenta de que “los productos en ves de bajar, cada día van subiendo”.

Fuente: VOA

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