El viaje del Papa a Irak podría ser el más peligroso hasta ahora. Pero la menguante minoría cristiana del país espera que sane sus heridas.
En cambio, la visita papal, una gira de cuatro días por seis ciudades del país, se limitará a pequeñas reuniones y visitas a sitios vinculados a la Biblia.
La gran mayoría de los cristianos iraquíes verán la gira, la primera de un pontífice en Irak, por televisión. Se está imponiendo un toque de queda completo durante la duración del viaje.
Estas estrictas medidas se han tomado para mitigar los riesgos de la visita, que se considera el viaje más peligroso del Papa Francisco hasta ahora, tanto por un aumento a nivel nacional en los casos de coronavirus como por un repunte de la violencia en el país devastado por la guerra.
“La llegada del Papa Francisco a Irak destaca la importancia de nuestro país para los fieles de todo el mundo”, dijo un alto funcionario dentro de la oficina del presidente. “También es una afirmación del apoyo [del] Papa a la paz en Irak, un testimonio de la reverencia de los cristianos de Irak.
“Esta visita llega en un momento difícil para Irak, pero estamos tomando todas las precauciones necesarias contra el coronavirus”, dijo el funcionario.
Se esperaba ampliamente que el viaje, anunciado en diciembre pasado, fuera cancelado.
El aumento de Covid-19 en el país también continúa sin cesar: el fin de semana pasado, el propio enviado del Vaticano a Irak, Mitja Leskovar, dio positivo por el virus.
Aún así, el Papa insiste en que no defraudará a los iraquíes.
*Con información de Times, CNN y El País
