Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, anunció este miércoles que los colegios del país cerrarán a partir del viernes y hasta nuevo aviso. La medida busca frenar la expansión del coronavirus, que ya afectó a 2626 personas y causó la muerte de 104.
Johnson detalló que sólo los hijos de trabajadores esenciales como sanitarios, policías, repartidores de alimentos y asistentes sociales podrán concurrir a las escuelas.
En esa línea, advirtió además que los chicos no deberían quedarse al cuidado de sus abuelos o de personas de avanzada edad, “particularmente vulnerables” al Covid-19.
Los casos de la enfermedad en el territorio británico aumentaron de forma significativa en los últimos días: este miércoles se confirmaron 676 nuevos infectados, con respecto a los que había el martes.
Antes del anuncio, Johnson había recibido críticas por su respuesta a la pandemia, considerada “menos agresiva” en comparación con otros países europeos. Pero el mandatario aseguró que actuó siguiendo “el mejor consejo científico”.
El primer ministro señaló que clausurar las escuelas tiene un “valor limitado a la hora de ralentizar la expansión, en parte porque los colegios son entornos muy seguros en esta epidemia, en la que los niños y los jóvenes son mucho menos vulnerables“.
Mantenerlas abiertas hasta ahora reducía la “presión en la sanidad pública y otros servicios” y facilitaba que muchos trabajadores pudieran continuar desarrollando su labor.
Consultado sobre la posibilidad de implementar medidas más estrictas para la ciudad de Londres, como restringir la circulación y cerrar negocios, bares y restaurantes, Johnson dijo que tomará las medidas “adecuadas en el momento adecuado” y que irá más lejos si es necesario.
