Winifred Burgoyne es una bisabuela de 108 años, nacida en el año 1911 en Gran Bretaña, por lo que ha sobrevivido a innumerables eventos históricos, incluidas dos guerras mundiales y la gripe española , que mató a 50 millones de personas en 1918 .
Hoy, echa mano a toda su experiencia para brindar sus consejos para superar esta pandemia de coronavirus que castiga en este momento al mundo.
Esta mujer pasó la mayor parte de su vida trabajando en una fábrica de telares en la localidad de Hulme, en Manchester y durante la Segunda Guerra Mundial se encargó de confeccionar cartucheras para los soldados.
Ahora ella vive en un hogar para ancianos en Bolton, en el Gran Manchester, y comenzó a sembrar sus consejos de señora añosa para paliar el coronavirus: “Tienes que mantenerte alejado de otras personas y trabajar por las tuyas. Tienes que cuidarte a ti mismo”, señaló.
“Sobre todo, se deben cuidar a los bebés, porque las personas lo primero que hacen es acercarse a ellos y darle muchos besos y así puede propagarse el virus”, agregó.
Con respecto a ella misma y lo que aconseja a los demás, Burgoyne señaló: “Estuve bien hasta este momento, pero estoy aterrorizada de la gente se acerca a mí, así que les diría que no me toquen”.
“No sabemos lo que sucederá después, por lo que tienen que cuidarse a sí mismos ¡y usar desinfectante donde quiera que vayan!”, añadió la anciana al medio británico Ladbible .
La bisabuela conoció a su esposo en un baile y se casó con él en 1946. Tuvieron una hija llamada Linda dos años después. El matrimonio fue largo y feliz, hasta que Ronald falleció en el año 2000.
Linda, la hija de Burgoine, ya está jubilada. TIene 71 años y dos hijos. Al hablar sobre su madre, ella dijo: “Es luchadora, ingeniosa y aguda y no teme poner a la gente en su lugar a pesar de que solo mide 1 metro 20. Ella nunca fue muy alta, pero fue tan fuerte como un hombre de dos metros”:
La bisabuela consejera es actualmente la persona número 42 más vieja en el Reino Unido y ha recibido ocho cartas de la Reina en sus últimos cumpleaños.
Actualmente, el hogar donde vive está cerrado por la cuarentena, por lo que su hija se mantiene en contacto por teléfono y Winifred pasa el tiempo haciendo ejercicios en el sillón o escuchando música.
