China expulsa del país a tres periodistas del Wall Street Journal por una nota sobre el coronavirus

Mientras se encarga de lidiar con la epidemia de coronavirus, que ya provocó la muerte de más de dos mil personas, el Partido Comunista de China también lidia con la prensa.

Por ejemplo hoy, día en que retiró la acreditación y echó del país a tres periodistas del diario estadounidense The Wall Street Journal porque se molestó por la forma en la que cubren lo que sucede.

Las autoridades tomaron esta decisión por el titular de un artículo de opinión que el gobierno consideraba racista y difamatorio. El artículo, que se refería al brote, describía al país como el “enfermo real de Asia”.

La columna del profesor del Bard College Walter Russel Mead, publicada el 3 de febrero, “ensucia los esfuerzos del gobierno chino y de la gente que combate la epidemia”, afirmó en un comunicado el portavoz del Ministerio de Exteriores Geng Shuang.

“Los editores emplearon un título discriminatorio a nivel racial, provocando la indignación y condena del pueblo chino y la comunidad internacional”, añadió.

Las autoridades del Partido Comunista solicitaron al diario una disculpa pública pero el medio se negó
Las autoridades del Partido Comunista solicitaron al diario una disculpa pública pero el medio se negó Fuente: AFP

El primer paso para el gobierno fue exigir al periódico hacer una disculpa formal. Pero The Wall Street Journal se negó. Entonces se tomó la medida.

Como la mayoría de los medios extranjeros, el Journal no está disponible dentro de China, y su sitio web y sus artículos están bloqueados por censores en internet.

Si bien en los últimos años China se negó a conceder o renovar acreditaciones de periodistas extranjeros, esta es la primera ocasión reciente en que se retiraron sus documentos, lo que en la práctica los expulsa del país.

Los reporteros afectados son el subdirector de despacho Josh Chin, el reportero Chao Deng, ambos ciudadanos estadounidenses, y el redactor Philip Wen, australiano. Los tres recibieron cinco días para abandonar el país, según Jonathan Cheng, jefe de la oficina del diario en China.

El artículo

El poderoso gigante chino ha sido humillado esta semana aparentemente por un virus de murciélago. Mientras las autoridades chinas luchan por controlar la epidemia y reiniciar su economía, un mundo que se ha acostumbrado a contemplar el ascenso inexorable de China recordó que nada, ni siquiera el poder de Pekín, puede darse por sentado”.

Así comienzo el texto, titulado “China es el verdadero hombre enfermo de Asia”, que irritó a los miembros del Partido Comunista y que además interpela a las autoridades por querer “ocultar la verdadera escala del problema”.

“El gobierno de Wuhan fue reservado y egoísta; las autoridades nacionales respondieron enérgicamente pero, en la actualidad, eso parece ineficaz.

Las ciudades y fábricas de China están cerrando; el virus continúa propagándose. Podemos esperar que las autoridades logren contener la epidemia y tratar a sus víctimas, pero el desempeño hasta la fecha ha sacudido la confianza del Partido Comunista Chino en el país y en el extranjero”, agrega.

El artículo también habla de cómo se vieron afectados los mercados, los precios de las materias primas y se pregunta qué pasaría si China sufriera un largo período de crecimiento aún más lento, cuál sería el impacto de ello en la estabilidad política del país, en su actitud hacia el resto del mundo y en el equilibrio global de poder.

“No podemos saber cuándo o incluso si ocurrirá una catástrofe, pero los estudiantes de geopolítica y asuntos internacionales, sin mencionar a los líderes empresariales e inversores, deben tener en cuenta que el poder de China, por impresionante que sea, sigue siendo frágil.

Un virus mortal o un contagio del mercado financiero podría transformar su perspectiva económica y política en cualquier momento”, escribe el autor y cierra: “Las consecuencias de un colapso económico chino viajarían con la misma inexorabilidad radical.

Los precios de los productos básicos en todo el mundo se desplomarían, las cadenas de suministro se romperían y pocas instituciones financieras podrían escapar de las consecuencias indirectas. La recuperación en China y en otros lugares podría ser lenta, y los efectos sociales y políticos podrían ser dramáticos“.

Las autoridades del Partido Comunista solicitaron al diario una disculpa pública pero el medio se negó
Las autoridades del Partido Comunista solicitaron al diario una disculpa pública pero el medio se negó Crédito: Captura
Archivo CA

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