El buque cisterna Ust Luga estaba anclado fuera de la terminal petrolera Slagen de Exxon Mobil, a unos 70 kilómetros de Oslo, según el rastreador de tráfico marítimo Marine Traffic.
Los activistas llegaron en un pequeño bote y se encadenaron al ancla del buque para impedir la descarga de unas 95.000 toneladas de petróleo, dijo Greenpeace en un comunicado.
“El petróleo no es solo la raíz de la crisis climática, sino también de guerras y conflictos”, expresó el director de Greenpeace Noruega Froda Pleym. “Estoy impactado de que Noruega opere como un puerto libre para el petróleo ruso, que ahora financia la maquinaria de guerra de (el presidente ruso Vladimir) Putin”.
El grupo pidió al gobierno de Noruega que prohíba las importaciones de combustibles fósiles y dijo que la unidad noruega Esso de Exxon Mobil debe cancelar todos sus contratos de importaciones de Rusia después de la invasión a Ucrania.
Fuente: VOA
